lunes, 18 de junio de 2012

VIOLETA JESSOP



Era tan bella que solía recibir propuestas espontáneas de matrimonio: Violeta Jessop, una argentina de 25 años, grandes ojos azul-grisáceos, cabello castaño y acento irlandés, trabajaba como camarera en el "Titanic".

Era una de las 23 mujeres entre la tripulación de casi 900 personas. De las muchas historias de vida que salieron a la luz con el hundimiento del "Titanic", la suya es especial: sobrevivió a tres grandes naufragios, y así y todo, no tenía miedo a embarcarse de nuevo.

De casualidad, Jessop, que era asistente de la primera clase, logró obtener un buen lugar en el bote salvavidas del "Titanic". Originalmente, su función sólo consistía en mostrar a los pasajeros que no era peligroso subir a los botes salvavidas. Pero en el último momento recibió la orden por parte de un oficial de cuidar a un bebé cuya madre había desaparecido en el caos de la evacuación.

Por eso se quedó sentada en el bote salvavidas con el bebé que gritaba, calentándolo lo mejor que pudo a través de su chaleco salvavidas de corcho. A Jessop siempre la sorprendió el hecho de que la madre nunca se lo agradeciera. Simplemente, se limitó a arrancarle el bebé de los brazos cuando las dos se encontraron a salvo en otro barco.

En 1911, la joven nacida en Buenos Aires había sobrevivido al fuerte choque del barco hermano del "Titanic", el "Olympic", con un crucero británico. En 1916 Jessop trabajaba como enfermera en el "Britannic", otro barco hermano del "Titanic", convertido en un buque hospital durante la Primera Guerra Mundial.

El "Britannic" pasó por una mina marítima y se hundió, pero Jessop se salvó saltando al agua. En varias entrevistas dijo en aquel entonces que su tupido cabello la había salvado de sufrir lesiones importantes en la cabeza. En total, Jessop pasó 42 años en alta mar. Murió en 1974, a los 84 años, de un infarto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario